Sigue





Hasta aquí nada que justifique la convocatoria al grupo de eminencias de la investigación, ni siquiera la existencia de este relato. Pero falta lo sorprendente, justo cuando el balón está por trasponer la línea, luego del remate defectuoso del delantero, sobreviene un misterioso apagón que deja el estadio absolutamente a oscuras, para retornar la luz tras varios segundos mostrando a un arquero de gesto displicente esperando el pitazo final con la pelota en sus manos.

El gol no fue, el colegiado adujo que no podía cobrar lo que no había visto, la victoria tampoco, y aunque esto último ya era habitual, nunca estuvieron tan cerca. ¿Se trató de una fatalidad? ¿Había alguien detrás de la desgracia? ¿Tal vez una maniobra poco escrupulosa para despojar del triunfo a nuestro querido club? El resultado era inapelable, pero la intención era determinar con rigor científico lo que había sucedido.

1 comentario:

Matho dijo...

hay que someter al arquero a un interrogatorio con un detector de mentiras...

gran blog padrino!
Aguante Tigre.