QUE LA MESA MIA CON SU FLORERO, MIO, SE ACOSTUMBRE Y NO SE RESISTA A PERMANECER EN EL ESPACIO COMO TODA MESA CON FLORERO, QUIETA.
QUE EL PISO, EL TECHO Y LOS TABIQUES TAN AJENOS, COMO TODOS LOS PISOS, TECHOS Y TABIQUES CONOCIDOS Y DESCONOCIDOS QUE SE DESCASCARAN, NO LO HAGAN, Y SI LO HACEN, LO DESHAGAN.
QUE TODO LO MIO, IRREMEDIABLEMENTE MIO, SE REVELE COMO LO ÚNICO DE MI PROPIEDAD.
1 comentario:
sarasa... y esto?
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